momentos de gracia- porque no hay solo uno-podría contarlos yo, o quizá recordarlos, con los dedos de una mano.
no son todos excepcionales, increíbles aventuras que luego narraré a mis nietos o imaginaré narrar a una audiencia incauta, sino más bien, breves instantes en los que, sin razón aparente, pierdo todo peso, me elevo dos centímetros por encima de mis expectativas, una nube de aire se instala entre mi barbilla y mis pulmones, imagino un impreciso futuro de rayos de sol entre verdes árboles tropicales, oigo una melodía metálica de pájaros dentro de mis oidos, noto el relajado olor del mar, camino más lento, casi vuelo hacia atrás, se me olvida el pasado menos inmediato y sonrío.
como aquella vez cuando bailaba a oscuras,
o ayer cuando volvía caminando por mi calle, sola, llegando a la incógnita,
o un día de madrugada en el mar entre delfines,
y esa vez en el londres-berlín que empezaba o acababa y estaba blanco o multicolor,
pero también a oscuras, bajando rápido, sobre una especie de bici, como sin manos, el aire llenándome la sonrisa,
y hay más, muchas más,
mínimas,
potentes, instantes,
miles más,
pero no los recuerdo, no,
o es que estarán por llegar.
no son todos excepcionales, increíbles aventuras que luego narraré a mis nietos o imaginaré narrar a una audiencia incauta, sino más bien, breves instantes en los que, sin razón aparente, pierdo todo peso, me elevo dos centímetros por encima de mis expectativas, una nube de aire se instala entre mi barbilla y mis pulmones, imagino un impreciso futuro de rayos de sol entre verdes árboles tropicales, oigo una melodía metálica de pájaros dentro de mis oidos, noto el relajado olor del mar, camino más lento, casi vuelo hacia atrás, se me olvida el pasado menos inmediato y sonrío.
como aquella vez cuando bailaba a oscuras,
o ayer cuando volvía caminando por mi calle, sola, llegando a la incógnita,
o un día de madrugada en el mar entre delfines,
y esa vez en el londres-berlín que empezaba o acababa y estaba blanco o multicolor,
pero también a oscuras, bajando rápido, sobre una especie de bici, como sin manos, el aire llenándome la sonrisa,
y hay más, muchas más,
mínimas,
potentes, instantes,
miles más,
pero no los recuerdo, no,
o es que estarán por llegar.