29 julio 2012

Solo un juego

Te busco,
os busco,
sueños que esquivais la noche.

Ilusa,
me aferro a lo que no se da.
Y aquello que camina,
se vuelve tan fino,
tan delgado,
transparente,
que vuela antes de que yo me presencie.

Y me sé realidad.
Por eso, solo
por eso solo
nunca nos econtraremos,
nunca
nunca jamás.

Y cuando miento,
me miento,
como ahora.
Pues sé que
solo tú que estás,
solo
aún no,
aquí,
que eres carne de futuros recuerdos,
carne, al fin y al cabo,
carne de realidad.

Y no hay más.
No habrá más.
Nunca jamás.
El resto,
como este poema,
solo es un juego,
pero un juego ya sin fuego,
que da lástima jugar.

Y ya se va haciendo tarde,
tarde para tí,
para él,
para el sueño,
la carne y también
para Peter Pan.
Tarde para todos,
tarde para una Wendy disfrazada;
sí,
demasiado tarde,
llegué tarde:
ya la veo marchar.

25 julio 2012

Annie Hall

El mundo va mal,
el mundo no va,
simplemente.

El mundo fuera,
y el mundo dentro,
se desmorona.

Sin sentido.

Y en días así,
cuando sus versos,
muchos versos
sociales
y existenciales
me hablan tan dentro,
intuyo la nada,
el abismo.

En días así,
casi ni Annie Hall
me puede salvar.

Macro y microcosmos,
sin sentido,
en ruinas,
irreconstruibles.

La soledad íntima de todos,
y la mano que ya nadie sabe dar.

20 julio 2012

No hay más.

nada más que esto. esto es lo que nos queda,
lo que se nos da.
palabras.
y gestos.
gestos, más que palabras.
y la palabra solo para esto.
para que de aquí, a tí,
se halle un camino.
pero también,
sí, hay más,
se me ha revelado en sueños,
de años y años que han sido míos,
y ¿qué más? me preguntas,
todo,
y nada.
lo mucho que es poco,
lo que se nos da
en el espacio,
ese que creamos
entre todos:
lo único que alguna vez poseeremos,
nuestra verdad:
que tú existes,
que estás cerca,
que yo estuve,
más o menos cierta.
que hay cosas
y nada,
quizá la duda,
que más da,
¿qué más da?

no hay más.

19 julio 2012

necesito sólo dos horas, a veces, sólo dos horas y es como si hubiera pasado página, como si me hallara a mil kilómetros del pasado, en otra dimensión emocional;
y pienso cómo será eso en el futuro, y hastá qué punto quiero dejar y olvidar;
y confío en un día poder elegir cuándo cerrar la puerta, cuánto Funes ser, en qué dirección recordar, que sea sólo un segundo, un centímetro, varios mares, y ya estar aquí, rodeada de mi paisaje favorito: con esas caras elejidas, a un ritmo diferente, dejándolo todo pasar.

pero no siempre se puede uno parar, parar en medio del mar.

15 julio 2012

el sexto

como si tuviera un sentido especial, el sentido, podríamos decir, de la personalidad, sabía qué personas acabarían conectando completamente, cuáles guardaban aún algún secreto en su amistad, o quienes nunca se darían a nadie, por miedo, por independencia esencial, por falta de necesidad o quién sabe, incapacidad nomás. lo sabía, lo sentía. quizá fueran los ojos, o alguna que otra sonrisa, a veces era la manera de abrazar, de pasar el brazo por el hombro si mirar, con sonrisa petrificada; podían ser también frases insustanciales, promesas para un futuro indefinido que nunca se hacía perfecto, cierta manera de caminar, una risilla demasiado nerviosa, o incluso la mera neutralidad.

pero ya no, perdido, completamente ido ese sexto sentido, la navegación por la vida se complicará. imposible saber ya qué conversaciones llevan a buen camino, quién recordará u olvidará dejando la huella de la nostalgia, cómo se mantiene impertérrita la mirada ante cualquier máscara, máscara para ellos, también, ya no sé si podré seguir siendo.

10 julio 2012

second chances

Recent events have taught me a lesson. Lucky number is number two. Not one nor three, but two.
It seems easy but it is actually a really hard number to get. How does one get neither too far nor not far enough from where one is supposed to be aiming at? (Especially when one does not really know there where he or she is trying to go). Well, I am telling you: it is impossible to know. Sometimes one gets lucky and achieves it. Most of times, one doesn't.

But luck is not enough. No, it is not. I am starting to learn what else it is that one needs in order to get to perfection.

First of all, good friends are necessary. I mean friends, or family, who tell you things for what they are, who try and help you, who look at the empty half of the bottle when you feel optimistic and tell you everything is going to be all right when you feel blue and down.

Secondly, one needs to persevere. What I mean is that even if it is great to live the present, the "here and now", it is even wiser to realize as soon as possible that each one of use will probably stick around for a couple or five decades more, and in order to do it happily, we all need to develop the "resistance" mode and never cease trying. Even if we hit a one, a three or a four, we still have time to one day get to number two. And odds are that in our experiences hitting the rest of the numbers up to hundred we will get to number two being better humans, whatever that means.

Finally, I have learned that one should not judge another person just influenced by first impressions, one needs to give the other always a second chance if he or she disappoints you, but only two chances, not three, three are way too many, by number three you can be sure you have already missed other three ones without even noticing, and, worse than that, you will forgive forever, meaning not to, angry about it, but helpless against the person that is constantly letting you down.

So, basically, two by means of two: hitting the right spot.
But if I am wrong, please, give me one as well.


02 julio 2012

llegó, llegará o está alrededor

¿Cómo llega la madurez? ¿Aparece paulatinamente, de modo tal que uno no la vea llegar, como quien de puntillas, calcetines en pie, se esconde detrás de uno para darle un susto de muerte? ¿O se manifiesta también sin avisar, despidada, una mañana, tras la última noche de juvetud para contarnos que ya no somos los mismos? ¿Puede ser que sea sólo una invención, una mala broma con la que los de mayor edad solían amedrentar a sus herederos para que los vieran bajo otra luz, la luz de unas arrugas que en realidad nada escondían?

¿Cuándo llega? ¿Camina en linea recta o nos lleva con ella en círculos, mareándonos, desafiando las leyes de la cronología, zigzagueando o alcanzando su cúspide para luego retroceder?

¿De qué manera se manifiesta? ¿Puede quererse elusiva, escapársenos, volverse intrigante, deseada para unos y odiada para otros incautos; puede sentirse rechazada y ya nunca volverse a dejar atrapar; se puede oler, ver, sentir o, como la muerte, vanidosa, va y viene, móvil, es incierta e inconstante, es, al fin y al cabo, una más, es humana?