28 junio 2009

tú y yo

desordéname
dáme la vuelta
desquíciame
piérdeme
y oscurecelo todo

desaparece
déjame que te busque
aparece siempre distinto

y por eso, 
no cejes
varía
improvisa
impaciéntame 
distúrbame
déjame que sea yo

pero de manera natural
la que te halle
y no sea un fenómeno
simplemente
el eterno retorno,
la espiral
de lo que es
tan natural

por eso,
escóndámonos
seamos tal que así
siempre así
y unámonos
cada vez, cada momento
en un lugar distinto
siempre diferentes
siempre los mismos:

creando la vida
con nuestro fluir
sólo así,
solos y así,
unos
uno
otro
uno.


27 junio 2009

tootsie

A couple of nights ago I watched a movie that both baffled and dazzled me at the same time. Its name is Tootsie and I darely recommend you to watch it.

It was filmed in 1982 by S. Pollack and on no account deserves any bad criticism. It is a very progressive movie for its time considering it deals with a man that, in his pursuit of getting a job as an actor, dresses up in a woman’s outfit trying to pass for a woman also in his real life. Doing so alows him to realice how badly women were treaten (and still are) in society and at the labor market, as well as how more difficult is it for them to deal with everyday life issues.

While showing this side of reality, the movie confronys the viewer also with the basic truth, or i would rather say question, about genre: to which point are we (wo)men naturally as we behave? Dorothy, the main character, cannot always avoid to show her more “masculine” side- the movie suggests- being active, strong, rude, and direct. However, although some male coworkers find it strange, they don’t find it awkward enough to discover her real sex, others find it perfectly normal. Some of them, both men and women,  consider it even so praseworthy and modellic that they start to feel a strong atraction towards her, which subverts, as anyone can easily understand, any traditional system of sexual attraction.

Nonetheless, it seems rather disturbing for me the fact that it is precisely a man the one that achieves to make such a step for the femenine social group. As if only a man, an heterosexual man on top of everything else, could eventually succeed in changing the state of things because of all the treats he has also been showing throughout the movie: his intelligence, his strenght and newly discovered sensitivity. Moreover, the romance that closes the movie with a typical american closure is an heterosexual one and  for it to succeed Dorothy needs to go back to his original appearance, to his “normal” state of being, because, as her beloved states “I love you but I cannot love you”.

Nevertheless, I am also aware of the fact that, on the one hand, each piece of work must be located in its context in order to be fairly analyzed. We can probably ask Tootsie to show us another never-before-presented perspective, another point of view, but in order for that one more step ahead to be (maybe just uncosciously) accepted and internalized, it can be just slightly daring; on the other had, if we all accept that patriarchal society, the one in which we all still live, has always left and honour men with power and responsibility to do things, to change the state of being, it is quite verisimilar that it was a man indeed the one that could raise his voice and promote some kind of change, a modification that could lead to a point (are we alreadythere I wonder) in which women would also be able to make their own movements, to show they are more than the poor victim that needs to be speaken of.

But thats just a random though, expressed in a poorly and not very thorough english way. My apologies.

http://www.youtube.com/watch?v=5ArHo_YD_J8


26 junio 2009

por Góngora y por la escritura

ya hablé una vez de mi relación con la escritura. bien, pues hoy querría volver al tema debido a un descubrimiento que hice hace un par de tardes y a una fantástica similitud que he creído encontrar hoy.
seré breve.

empezaré por la parte más reciente pues viene a recoger lo que ya dije en esa otra ocasión para darle un nuevo enfoque. resulta que leyendo hoy al siempre alucinate Góngora y un poco de crítica sobre él he comprendido que, en parte, mi modo de concebir la escritura y el pensamiento se asemeja a la concepción del conceptismo y el culteranismo barrocos. el estilo surge y es indivisible de la la verdad que razona cuando se plasma.

la cuestión que se me planteaba el otro día surgía inconscientemente de un intento por dilucidar esa unión que sigo considerando un tanto mitificada, que no veo muy clara, vamos.
llegué a la conclusión de que en realidad lo que ocurre es que en el cerebro de algunas personas se dan tres pasos que, por intuitivos, automatizados o subconscientes, si no son pensados, parecen uno y el mismo acto.
estos tres son, según concluí: 1. el sentimiento (aunque parezca mentira, no todo humano tiene la capacidad de hacerlo actuar) 2. el pensamiento, es decir, la racionalización de ese sentimiento o idea, de ese concepto abstracto de tal manera que deje de ser un ente sin sustancia, algo amorfo e ininteligible para convertirse en verdad que nos afecta y modifica nuestro comportamiento o personalidad y, de resultas de ello, el de quienes nos rodean, 3. la escritura que es, si no paralelo al acto segundo (en mi caso sí ocurre así por ser éste, método por el cual objetivo y ordeno ese pensamiento grisaceo que pulula por mi mente antes de pasar a la palabra, escrita u oral, pero más cuando es fijada temporalmente porque me evita gran parte de la impaciencia de tener que lidiar con un receptor ante cuyas expectativas tiendo a ser demasiado perceptiva y débil), consecuencia de él.

la maravilla está, y no voy a afectar humildad en esta ocasión, en ser capaz de trazar ese recorrido. ni todo el mundo siente, ni todo el que siente lo nota, ni todo el que lo nota lo racionaliza, ni todo aquel que lo racionaliza lo pone en palabras.
el dar los tres pasos ya es un logro. 
hacerlo con estilo, uno más y ser un clásico de ello, bueno, eso sí no tiene palabras.
creo que hoy, mi día de revelación gracias a Góngora es el perfecto para dedicarle mi más profunda admiración con esta entrada.

20 junio 2009

el sabor de la música

ciertas canciones tienen un gusto especial.

apenas me había ocurrido antes, pero llevo una época en la que las canciones me saben.

es una experiencia maravillosa; como con ciertos olores, una melodía me transporta a otro tiempo, a otro lugar, a otro estado de ánimo de una manera difusa que solo cuando, a veces, tras un poco de esfuerzo de rememoración, logro reconocer y situar, me devuelve todo un periodo de manera concentrada, y tan intensa que siento revivir todos los instantes en que la escuché, en uno, todos amalgamados. y lo curioso es que es especialmente porque se trata de
 música que no necesito de nada más para comprenderlo, para re-sentirlo: está allí, en esos segundos, sin palabras, el sabor de un recuerdo.

lo voy a llamar la pastilla del pasado. 

el problema está en que, como con las pastillas, no todas las trago igual de bien.
pero, será por una tendencia inconsciente a la nostalgia o, quizá, más bien, por un gusto al almacenamiento de todo lo que me perteneció, disfruto tomándolas todas.

desde ese disco de coldplay que me sabe a triste colina de egham, hasta cualquier canción de belle&sebastian que siempre me va a recordar a los paseos veraniegos en mi violetcicleta, pasando el último de los killers que me sabe al chispeante primer semestre stlouisiano; 

también tengo pastillas musicales con sabor a personas. puedo tomar a mis lejanas amigas con una de amaral y saborear, al mismo tiempo, las primeras noches zaragozanas de disfrute, y notar el sabor concentrado a mi hermana en algunas suites de cello, aunque ella está también, y conmigo, más pequeña y divertida, en algunas notas de ella baila sola o en el "standbyme"; algunas de ismael serrano me saben sin duda a mi gran amiga cayetana, y saben curiosas, lejanas y cercanas a la vez, siempre cálidas; tengo también alguna que sabe feliz y entusiasta a mi primer novio de verdad, y otras, más borrosas y monótonas, al último con el que corté; fell my little world tiene un dulce sabor holandés, wir sind helden, por supuesto, alemán, franz ferdinand, cordobés y ella fidgerald o kasabian, londinense;

pero creo que las más intensas de todas son aquellas que tienen gusto a momentos precisos. como "la senda del tiempo" que me sabe a un canfranc quinceañero cerca de un cementerio, "profit in peace" es de locos pilares, "maruzella" va en coche por italia, "dont worry be happy", en cambio, conduce hacia huesca, y "words dont come easy", a chicago, "obladioblada" a un reciente instante de excesiva felicidad así como "al bando vencido", a uno de total tristeza.

tengo miles. podría continuar así durante días, refiriendo calidades y detalles de cada uno de los sabores de las melodías, de las notas, de sus recuerdos, de mis pastillas.

las guardo todas, las tomo repetidas veces, salteadas, por inercia o con fruición, dependiendo de mi ánimo o de la suerte, y lo mejor es qie siempre, siempre, me traen algún sabor olvidado. 

creo que ahora mismo me voy a dar un atracón.
  

14 junio 2009

llega un momento en que lo trascendental se acaba y sólo queda el tú, el yo, el aquí y el ahora.
cuando es así me siento real, y desamparada.
como en un día cualquiera
sólo con los ojos más sensibles
la piel más receptiva
y no llega nada
salvo la nada
porque ese tú, ese yo, ese aquí y ese ahora
faltan,
simplemente: me faltan.

12 junio 2009

mostrándome

me desnudo y me desquicio
me sumerjo, me miro, me veo oscuro
pero sigo buceando, sigo escribiendo
y nada es más claro,
es como en un torbellino,
más rápido, más confuso, más plagado,
pero siempre más adentro.

me desnudo y me muestro,
te enseño, te señalo, te guío
pero nada cambia, sigo escribiendo
y sigo vagando en círculos,
como si los días de mi tiempo
siempre estuvieran densos, pesados, estancados
pero yo, 
quizá a falta de otro ejemplo,
aquí sigo, desvelando los espacios 
que aún no habías descubierto

siempre más lejos, 
más profundo,
y sí,
también más tierno.

10 junio 2009

pero es que a veces, sólo en ocasiones, o quizá muy a menudo, ojalá frecuentemente, los sentimientos más fuertes se dan dentro de una burbuja.

tan potente que impiden respirar, que el ambiente se contagia de la nostalgia futura, asi como de la melancolía pasada y comienza a destilar.

y el ambiente se hace denso, y las ideas comienzan a pesar, a adquirir una semi-forma de ensueño que destilan todos los instantes en uno, pesado, asfixiante, gris y sólo presente. 
y pesan, y adquieren cuerpo, y nos ahogan con su  manifiesta autoridad de lo oculto, y a la vez manifiesto.
y se oye el murmullo de su dolor, de sus augurios y esperanzas,

pero la burbuja es pequeña, minúscula, casi como un guisante,
y su piel impide ver que allá fuera hay futuro,
lo hay,
mientras esas voces lo acallan.

08 junio 2009

la negociación

supongo que en el fondo todo funciona del mismo modo: a base de pactos.
uno pacta con los demás y consigo mismo. 
pacta de manera más disimulada o más abierta, pero siempre pacta.

las relaciones con los que nos rodean están, dejando de lado la parte administrativa, basadas en un sutil juego de negociaciones: yo te doy si tú me das, yo hago si tú haces, yo digo mientras tú dices etc. pues, por mucho que nos cueste reconocerlo, nuestra generosidad tiene un límite y llegado a él, dejamos de actuar de manera magnánima, quizá simplemente por el miedo, en que se nos ha educado, a parecer inocentes y vulnerables seres cándidos.

lo que me parece más interesante de todo el asunto es que, en cierta manera, cada uno de nosotros actúa de la misma manera consigo mismo; quizá sea que, en un desdoblamiento de sí, trata de remedar con su otro yo, el juego que adopta con los demás. 
es así, creo, que nuestra personalidad no es nunca una e inalterable: vivimos en continua dinámica negociación con nuestros límites, preguntándonos hasta donde seremos capaces de resistir, qué nos interesa, qué necesitamos, qué deberíamos rechazar, tratando de delinear en este diálogo con nuestro doble cuáles son las fronteras de nuestras posibilidades, estrechando o ampliando los límites de nuestro auto-conocimiento, demostrándonos ser más listos que nosotros mismos, engañándonos con excusas para aguantar un poco más, para aceptar un paso adelante, para lograr, quizá esta vez sí, conocernos verdadera y completamente, pero, finalmente, para continuar, qué duda cabe, viviendo sin estancarnos, en movimiento, en continua (in)volución, como agua, negociando con nuestras orillas.

06 junio 2009

alegato

prosiguiendo con la temática de los afectos, sensaciones y sentimientos, hoy quiero hacer un alegato doble.
a favor del odio y en contra del aburrimiento.

¿qué problema hay en odiar algo? es realmente un sentimiento completamente natural sin el cual no existiría su complementario, el amor o, al menos, este carecería de fuerza, de vigor y verdad. además, en contraposición al aburrimiento, ambos son vitales, precisan de energía física y de cierta personalidad: son un una toma de posición implicada ante el tiempo. 

desgraciadamente, el aburrimiento, pese a su abulia y tempo lento, nos alcanza a todos, lo queramos o no, en algún momento de nuestras vidas, peor incluso, de nuestros días.

en ocasiones se presenta de improviso, como autogenerado en nuestras entrañas; en otras no, a veces es causado por un elemento exterior al que no podemos, por unas razones u otras, sustraernos, que no podemos evitar.

para mí, uno de los más feroces y letales productores de aburrimiento es la anécdota (entendida ésta en su acepción coloquial); y es que siempre hay personas que parecen ser incapaces de distinguir lo sustancial de lo superficial y lo narran todo con el mismo tono, a la misma velocidad, con el mismo entusiasmo.

a mí, personalmente, ya se trate de una novela, un artículo, un relato de un amigo o una entrada de un blog, (me) resultan igualmente letargantes.  quede subrayado.

el truco, a mi entender, reside en el arte del orador, no cabe duda. un hecho concretísimo y personalísmo de la cotidiana vida de una persona puede resultar completamente embelesador, interesante incluso si se acierta a dar con la gracia personal, con el gusto de la audiencia o con aquellos momentos que deben ponerse de relieve. sin embargo, si se carece de esta capacidad innata es mejor abstenerse de narrar las aventuras del día a día, con ignoradas repeticiones incluídas, en tiempo real. simplemente, no funciona: aburre.
¿y qué ocurre cuando uno se aburre? que viaja al mundo de la vida interior, que deja de mantener una verdadera relación con lo que le rodea mientras, en caso de hallarse con un interlocutor real presente, sonríe y agita la cabeza mecánicamente o, si simplemente está leyendo, apaga el ordenador, cierra el libro y se dedica al apasionante mundo del no hacer nada. 

avisados queden aquellos que se den por aludidos.

03 junio 2009

dependo, de todo dependo

toda la vida pensando en el término de "independencia" como si de algo bueno se tratara hasta que el otro día, a raíz de una canción, me di cuenta de que ni es una situación tan ideal ni, quizá llevándolo a un extremo, es realizable.

resulta que iba en la bici escuchando música, dos de las actividades que más me levantan el ánimo, cuando descubrí lo mucho que mi humor cambia dependiendo de la melodía que en ese momento suene. no me afecta igual el pop, que el rock que una balada, por simplificar.

entonces empecé a darme cuenta de lo rápidamente que mis sentimientos varían a lo largo del día. "vivo en una montaña rusa emocional" pensé. si amanece y está soleado me levanto de la cama con un espíritu emprendedor, pero si luego una persona que pasa por la calle me mira de con cara de pocos amigos toda esa energía empieza a decrecer, pero si recibo una llamada muy esperada vuelvo a sentirme jovial y habladora, hasta que me entra un hambre voráz y mi ánimo decae en picado, pero si entonces me encuentro con un amigo puedo olvidarme de mis necesidades y recobrar la alegría, pero...y así podría continuar, con variaciones dependiendo del día, hasta el infinito.

¿cómo puedo, ni puede nadie, pese a creerme bastante independiente, inclinada a la teoría del "más vale solo...", acabar finalmente dependiendo tan fuertemente de todo lo que me rodea? ¿cómo puede nadie decirse o calificar a ninguna otra persona de "independiente" cuando el ser humano, por ser tal, por ser cuerpo, por ser una masa irracional de carne hasta un punto tal que no quisiera y trata de no aceptar, no puede hacer otra cosa que depender; depender de sonidos, depender de azares en general, depender sobre todo de los que le rodean y, lo que es peor, de sí mismo incluso, que en muchas ocasiones es al que menos se puede y sabe controlar?