de repente me he ado cuenta de que ya no hace falta esperar más.
toda la vida (hasta hoy) pensando: "cuando sea mayor...", o preguntándome: "¿y como será en mi caso, cuando yo forme parte del mundo de los adultos?"
Y de repente, como en un fogonazo iluminador, me he dado cuenta: yo ya pertenezco a ese mundo. Yo ya soy mayor.
Lo más asombroso de ello es que sigo siendo, a la vez, joven, pequeña, incluso un infante. Porque no cambiamos apenas: seguimos siendo igual de inseguros, igual de risibles y entrañables, seguimos comportándonos egoístamente, seguimos peleando como en la escuela, seguimos enamorándonos como en la guardería, seguimos esperando de nuestro amigo que esté allí siempre, pegado al teléfono para cualquier imprevisto que nos surja, y siempre seguiremos así, tratando de aparentar un poco lo que nos gustaría que los demás vieran en nosotos. Porque lo único esencial que cambia es que aprendemos a ocultar nuestras debilidades: copiamos de nuestros mayores una falsa seguridad, una autoridad, pocas veces sentida, para hacer juicios categóricos y contar medias mentiras como si fueran verdades.Lo peor de todo es que estas nuevas habilidades nos roban un poco de inocencia, nos convierten en peter panes desengañados. Esa es, creo yo, nuestra compartida infelicidad de crecer.
3 comentarios:
No eres tan mayor, loquita!
Crecer es parte de estar vivo, madurar es opcional.
Además de aplaudirte x buscar un lugar donde expresarte.
Me gustaria contarte que senti que lo que lei en tu blog es una buena descripción de crecer pero no de madurar.
Madurar implica conservar el niño que llevas a adentro y aprender a cuidarlo. Se puede ser adulto, desde un lugar feliz y verdadero. El viernes 27 a las 19 hs si podes escucha radio sympony de san isidro. Abrazo de luz. Guadi.
mis pocos conocimientos webs hicieron que recién ahora note que sos de españa. La radio es de argentina y tiene web x ahi podras escucharla. Namaste.
Publicar un comentario