ya que no sé callarme lo que pienso,
a ver si aprendo a que no me importe tanto la reacción suscitada
admiro a toda esa gente que, a la vez,
está fuera y dentro de la realidad:
la juzgan acertada porque objetivamente
y la viven total pues subjetivamente
cuando aprenda a soltar la rienda
será, quizá, cuando concilie el sueño
quisiera ser como aquellos que cínicamente dicen verdades,
aunque sospecho que todavía no he aprendido a verlas
ojalá sea verdad la teoría platónica del hermafrodita:
cabe la esperanza de que mi sosiego lo tengas tú
a ver qué día aprendo a creer en los milagros,
será el día, aunque del fin del mundo,
la inconsciencia me dé la tranquilidad
2 comentarios:
Muy bonita la reflexión...pero he de avisarte: el sosiego no puede dártelo nadie desde el exterior, debes encontrarlo por ti misma. Yo sigo buscando, pero supongo que por eso disponemos de toda una vida, ¿no crees?
a eso me refería, a que debo aprender a buscarlo, o quiza a verlo, a usarlo. y pronto, porque aunque tengo toda una vida, quiero vivirla más calmada, que no con menos intensidad, desde ya!
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