07 mayo 2009

por la inspiración

hay un asunto que me inquieta.

la intuición.

¿qué es ella con respecto al conocimiento puro y racional?

en muchas ocasiones se conoce a una persona completamente pero no se es capaz de poner en palabras qué es lo que realmente sabemos de ella, por qué hay aspectos de ella que nos gustan y otros rincones oscuros que adivinamos como futuros peligros.

esa habilidad es lo que yo llamo intuición. y se contrapone a la pura lógica.

no es que hayamos invertido tanto tiempo con esa persona como para predecir sus reacciones, no. no es tampoco que ella nos haya dejado saber explícitamente cuáles son los rasgos de su carácter. ni que tengamos tanta experiencia en tratar con los demás que ya hallamos desarrollado un sistema del comportamiento humano con el que medir las acciones ajenas.

es simple intuición.

el problema es que no se puede teorizar sobre ella. como si de una especie de tabú teórico se tratara, no se han escrito aún libros sobre ella y si los hay, en realidad, hablan de otros fenómenos porque, al tratar de racionalizarla, de sujetarla a patrones y fijarla en un sistema regido por la causa y la consecuencia, la pervierten, la trastocan y desintegran.

no quiero decir con esto que no se trata de un problema científico (menos cuando, hoy día, decirlo sería restarle la importancia que me merece y privarla de un espacio en los estudios del tipo que sean); aunque, paralelamente, no creo que deba ser analizada. 
paradójicamente, ella es previa a cualquier análisis, y debe mantenerse allí porque lo incentiba y guía. no puede ni sabe hacer otra cosa. pero deberíamos tenerla en cuenta, reconocer su existencia, nombrarla y caracterizarla como lo que es: intacta, impóluta, virgen, libre y, por ello mismo, caprichosa.

creo que es precisamente por esta última razón por lo que solemos hacerla de menos. como si por voluble fuera más trivial, ligera y ello le restara verdad, profundidad y razón. cuando, de nuevo paradójicamente, a veces, lo aparentemente más liviano resulta lo más consistente y cierto. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no creo que intuición y lógica se opongan; creo que se complementan porque posiblemente tengan el mismo origen, al menos en lo que respecta a la intuición sobre las personas. Me explico:
Lo que nos hace tener una opinión u otra sobre las personas es la información que tenemos sobre ellas, ¿no?: las vemos comportarse de una forma u otra y hacer unas u otras cosas y de ahí deducimos que son o no de fiar, etc.
Ahora bien: sabemos (porque nos lo han confirmado todos los científicos, creo) que no usamos ni siquiera el 20% de la capacidad de nuestro estupendísimo cerebro. Y eso siendo muy optimistas.
También sabemos que está la información activa y la pasiva. Por ejemplo, al estudiar una lengua extranjera: la información pasiva que poseemos es muchísimo mayor que la que somos capaces de activar (comprendemos más palabras y estructuras de las que luego utilizamos). Y esto de la información activa y la pasiva vale para casi todo: si te pones a pensarlo salen fácilmente montones de ejemplos.
Pues también se piensa que en realidad percibimos muchísima más información de la que nuestro cerebro ha aprendido explicarnos: igual que podemos decir que una persona es guapa sin que podamos explicar con total exactitud el porqué. Yo creo que la intuición es eso: toda la información que nuestros cinco sentidos (y más sentidos que tenemos pero a los que aún no les hemos puesto nombre porque no sabemos identificarlos bien) captan y retienen y que nuestro cerebro posee pero (menos desarrollado de lo que podría estar) no sabe darnos cuenta exacta de ello.
Por eso funciona (y unas poquitas veces no: también oímos unas palabras por otras) aunque no sepamos por qué.
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Clara