Más o menos altos, gordos, bajos, flacos, ¿cómo puede ser que un cuerpo humano pueda contener tantos sentimientos por entre su carne, por entre sus huesos?
Envidia, nostalgia, sueño, satisfacción, odio, amor, melancolía, amistad, ambición, curiosidad, , admiración, desengaño, ilusión, conmiseración, arrepentimiento, alegría, indiferencia, eternoagradecimiento, esapequeñitasensacióndenosequésientoportíquenimeimportasnidejasdeinteresarme, esaburbujaenelpechoquetedicetodoloqueestasletrasnopodránescribirnitúnuncaexpresar
y mucho más.
Todo, entre pecho y espalda, entre frente y pulgar.
Como a punto de abrirse camino por ese agujero que está amenazando con surgir justo donde las costillas dejan de apresarlo.
Pero nunca se escapa. Y ahí se queda.
Agazapado, amenazante,
susurrando desde las entrañas
que va a volvernos locos
que nos va a hacer humanos.