pareciera que siempre debieramos estar felices
pues no. yo hoy, ahora mismo, estoy enfadada, cabreada, emputecida.
¿cuál es el origen? sencillo, un re-descubrimiento.
me explico. me acabo de dar cuenta de algo que ya sabía hace tiempo.
¿cómo es posible que se compartan tantas horas con una persona, no horas sino incluso años y que, aun a pesar de todo lo compartido uno sea amigo de un fantasma?
digo fantasma por dos razones. porque esa persona no es más que un reflejo de quien fue. porque el tiempo nos va cambiando tanto que un día, de repente, te descubres inventando sobre otra persona que ya no sabes muy bien quien es, a quien fue una vez tu compañero. por eso mismo, compartes tus horas con un espectro que ya ni te da el calor del recuerdo.
pero al mismo tiempo, este fantasma conserva ciertos aspectos que hace tiempo viste en él. unos buenos, otros malos. simplista pero cierto.
tan acostumbrado estas a su compañía que apenas lo ves, ni a él ni a sus defectos.
y de repente, un día, plaf! el espectro te pega fuerte y, de golpe, uno se da cuenta de que llevaba mucho tiempo aceptando las cadenas del fantasma, sin soportar ni su chirrido, ni su pesadez.
demasiado tiempo tolerando un hierro que es, precisamente el que, de manera gratuita te viene asestando golpes.
no obstante, gracias a ese azote uno, por fin, ve que quien le acompaña ya no es más que eso, el pasado.