Te busco,
os busco,
sueños que esquivais la noche.
Ilusa,
me aferro a lo que no se da.
Y aquello que camina,
se vuelve tan fino,
tan delgado,
transparente,
que vuela antes de que yo me presencie.
Y me sé realidad.
Por eso, solo
por eso solo
nunca nos econtraremos,
nunca
nunca jamás.
Y cuando miento,
me miento,
como ahora.
Pues sé que
solo tú que estás,
solo
aún no,
aquí,
que eres carne de futuros recuerdos,
carne, al fin y al cabo,
carne de realidad.
Y no hay más.
No habrá más.
Nunca jamás.
El resto,
como este poema,
solo es un juego,
pero un juego ya sin fuego,
que da lástima jugar.
Y ya se va haciendo tarde,
tarde para tí,
para él,
para el sueño,
la carne y también
para Peter Pan.
Tarde para todos,
tarde para una Wendy disfrazada;
sí,
demasiado tarde,
llegué tarde:
ya la veo marchar.
os busco,
sueños que esquivais la noche.
Ilusa,
me aferro a lo que no se da.
Y aquello que camina,
se vuelve tan fino,
tan delgado,
transparente,
que vuela antes de que yo me presencie.
Y me sé realidad.
Por eso, solo
por eso solo
nunca nos econtraremos,
nunca
nunca jamás.
Y cuando miento,
me miento,
como ahora.
Pues sé que
solo tú que estás,
solo
aún no,
aquí,
que eres carne de futuros recuerdos,
carne, al fin y al cabo,
carne de realidad.
Y no hay más.
No habrá más.
Nunca jamás.
El resto,
como este poema,
solo es un juego,
pero un juego ya sin fuego,
que da lástima jugar.
Y ya se va haciendo tarde,
tarde para tí,
para él,
para el sueño,
la carne y también
para Peter Pan.
Tarde para todos,
tarde para una Wendy disfrazada;
sí,
demasiado tarde,
llegué tarde:
ya la veo marchar.