20 noviembre 2011

A Papa Noel

Pensando en la carta a Papá Noel para este diciembre que se acerca terriblemente rápido,
me he dado cuenta de que no tengo mucho más que pedir.
Más o menos ya lo tengo todo.
Más o menos. Si no salgo de mi círculo personal.

Lástima que al del Ártico no de le puedan pedir cosas inmateriales.
Cosas como que nunca desaparezcan los valiosos amigos que voy acumulando, como la edad, uno por año.
Cosas como que cada mes me traiga, al menos, un instante de anagnórisis, para que aprenda o desaprenda lo aprendido, siempre sorprendiéndome.
Cosas como que nunca pierda el interés en lo que hago, más bien, en la vida, o sease, en vivirla.
Cosas como que siempre pueda encontrar algo interesante en lo que me rodea, que pueda viajar siempre, de cualquier modo, pero constantemente.
Que cada día tenga un momento de luz. Y es que me encanta el sol, éste también sea el que sea.
Una verdadera lástima.


Creo que le pediré un libro, unos pendientes, o chocolate y a ver si me trae algo.

No hay comentarios: