¿Quién me enseñara dónde se encuentra ese punto de perfección entre lo muy íntimo y lo demasiado lejano; ese lugar en el que no se infecta nuestro y tu núcleo de algodón remanente pero dónde se siente cierto calor, el necesario, el adecuado, el correcto y reconfortante?
¿Existe?
Si alguien, algún día, lo vio, lo visitó, lo conoció, lo habitó,
por favor,
ese alguien
que me llame,
que me avise y me indique el camino a seguir,
la dirección parece incierta,
pero aun ahora, sin conocer su inicio,
no desespero en su búsqueda.
¿Existe?
Si alguien, algún día, lo vio, lo visitó, lo conoció, lo habitó,
por favor,
ese alguien
que me llame,
que me avise y me indique el camino a seguir,
la dirección parece incierta,
pero aun ahora, sin conocer su inicio,
no desespero en su búsqueda.
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