21 diciembre 2007

no se

hay cosas, pequeñas, diminutas, que consiguen cambiarme el humor en un segundo. puedo, por ejemplo, estar radiante de alegría en un momento mientras escucho la canción idónea (la vida debería tener banda sonora, se lo digo a Dios desde aquí, por si lee blogs) y, al instante siguiente, una mujer me da un empujón en la calle y todo se ha esfumado. ¿cómo puede el humor depender de cosas tan nimias? ¿cómo un ser racional, a ratos más, a ratos menos, puede ser influído por un libro que se cae a pedazos, un baño sin papel o la lluvia traicionera? pues es así, a mí me ocurre y me consta que no soy el único ser humano que, sin darse cuenta, es traicionado por esos entes ínfimos, inertes, sin volición pero traicioneros, al fin y al cabo.
el problema es ya mayor cuando no se trata de objetos inanimados sino de personas, no porque ellas tengan la capacidad de, si lod esearan, hacernos la vida más agradable, si no porque nosotros, gente civilizada y con cierto grado de edcucación, debemos sufrirlos en silencio, o ¿debemos decirle a ese compañero de clase que te habla a un metro de la nariz que, por favor, cuide de limpiarse los dientes cada mañana para que uno pueda controlar los mareos con menos dificultad?, ¿podemos, acaso, informarle a ese vecino con el que bajamos día sí, día también en el ascensor, que los "buenos días" no van a gastarle las palabras ni desgastarlñe la lengua?, ¿surtiría algún efecto explicarle a la chica que vocifera a través de su móvil en el autobús, que no nos importa si el Johnatan la ha dicho que tenía el culo muy gordo,"co", y que ella no piensa volver a hablarlo, "co"?, ¿se sentiría alivida la mujer que nos empuja también en el autobús para situarse más cerca de la puerta si le dijeramos que nosotros también bajamos, que deseamos hacerlo con todos nuestros brazos?, ¿nos creería ese conocido si le confesaramos que le hemos visto como agachaba la cabeza para evitar el cruce de miradas, que no se ha vuelto invisible pero sí un poco más antipático a nuestro parecer? no lo sé, pero estas y tantas otras pequeñeces, que todos hacemos alguna vez, o que pensamos, me hacen dudar de si somos más animales o humanos. de todos modos, ahora que todo vale, ya no sé que sería más bestial, si comportarse mal o hacerle ver al insensible que yerra. no sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hey Irene!

Can you translate this into English - I'm curious about your blogging!

I will eventually learn spanish though, promise!

Tommie.