20 junio 2009

el sabor de la música

ciertas canciones tienen un gusto especial.

apenas me había ocurrido antes, pero llevo una época en la que las canciones me saben.

es una experiencia maravillosa; como con ciertos olores, una melodía me transporta a otro tiempo, a otro lugar, a otro estado de ánimo de una manera difusa que solo cuando, a veces, tras un poco de esfuerzo de rememoración, logro reconocer y situar, me devuelve todo un periodo de manera concentrada, y tan intensa que siento revivir todos los instantes en que la escuché, en uno, todos amalgamados. y lo curioso es que es especialmente porque se trata de
 música que no necesito de nada más para comprenderlo, para re-sentirlo: está allí, en esos segundos, sin palabras, el sabor de un recuerdo.

lo voy a llamar la pastilla del pasado. 

el problema está en que, como con las pastillas, no todas las trago igual de bien.
pero, será por una tendencia inconsciente a la nostalgia o, quizá, más bien, por un gusto al almacenamiento de todo lo que me perteneció, disfruto tomándolas todas.

desde ese disco de coldplay que me sabe a triste colina de egham, hasta cualquier canción de belle&sebastian que siempre me va a recordar a los paseos veraniegos en mi violetcicleta, pasando el último de los killers que me sabe al chispeante primer semestre stlouisiano; 

también tengo pastillas musicales con sabor a personas. puedo tomar a mis lejanas amigas con una de amaral y saborear, al mismo tiempo, las primeras noches zaragozanas de disfrute, y notar el sabor concentrado a mi hermana en algunas suites de cello, aunque ella está también, y conmigo, más pequeña y divertida, en algunas notas de ella baila sola o en el "standbyme"; algunas de ismael serrano me saben sin duda a mi gran amiga cayetana, y saben curiosas, lejanas y cercanas a la vez, siempre cálidas; tengo también alguna que sabe feliz y entusiasta a mi primer novio de verdad, y otras, más borrosas y monótonas, al último con el que corté; fell my little world tiene un dulce sabor holandés, wir sind helden, por supuesto, alemán, franz ferdinand, cordobés y ella fidgerald o kasabian, londinense;

pero creo que las más intensas de todas son aquellas que tienen gusto a momentos precisos. como "la senda del tiempo" que me sabe a un canfranc quinceañero cerca de un cementerio, "profit in peace" es de locos pilares, "maruzella" va en coche por italia, "dont worry be happy", en cambio, conduce hacia huesca, y "words dont come easy", a chicago, "obladioblada" a un reciente instante de excesiva felicidad así como "al bando vencido", a uno de total tristeza.

tengo miles. podría continuar así durante días, refiriendo calidades y detalles de cada uno de los sabores de las melodías, de las notas, de sus recuerdos, de mis pastillas.

las guardo todas, las tomo repetidas veces, salteadas, por inercia o con fruición, dependiendo de mi ánimo o de la suerte, y lo mejor es qie siempre, siempre, me traen algún sabor olvidado. 

creo que ahora mismo me voy a dar un atracón.
  

3 comentarios:

Armelle dijo...

So, what song exactly makes you think of me? ;)
I loved this post, I have a similar experience with some songs/artists, although not always-sometimes I'm just lost in the music and it just brings sheer bliss without associating memories or people to it.

Irene Domingo dijo...

that happens to me as well!

and the song that makes me think of you is mmmbop, no, kidding! its one of no mercy! go and figure why!

also, you spanish level is quite astonishing!

Armelle dijo...

Not really, there are quite a few words I don't get but I guess I understand the overall meaning of what you're writing... But my speaking skills are so poor now! You have to teach me on Skype!

And for Mmm Bop, I take that as a compliment, obviously :)