05 marzo 2011

la comida como las personas

las personas son como la comida.

existen alimentos que ingeridos por separado, saben excelente, sientan bien y dejan con ganas de repetir.

si se mezclan varios de dichos alimentos, el resultado es igualmente bueno. hay que saber, eso sí, que ciertas combinaciones son más acertadas que otras. algunas impiden saborear plenamente uno de los ingredientes incluidos, otras, inesperadamente transforman el sabor de un producto conocido, e incluso, en ocasiones, el conjunto resulta tan intenso que el paladar de uno acaba por preguntarse si realmente le gustan tanto los sabores seleccionados.

conocemos también de esas frutas, verduras o especias que un día nos aborrecieron pero que, con el tiempo, han acabado ocupando un lugar en nuestra dieta, que pueden llegar a ser hasta imprescindibles en ella.

hay preparados que, aunque en un principio dan sensación de dulzura y comodidad, se tornan, una vez ingeridos, en una mala digestión, que dejan mal sabor de boca, o que nos producen terribles alergias. pero una vez conocidos, los tratamos de evitar y nos dedicamos a los buenos conocidos.

existen incluso potentes alimentos que nos gustan, nos encantan, nos tienen obsesionados durante una temporada larga. casi podríamos sobrevivir sólo de su ingesta. sin embargo, llega un día en el que descubrimos que, en el fondo, hemos estado comiendo con la memoria, que quizá el producto en sí no es ya plato de nuestro gusto o, incluso, que de hecho nunca fue sabroso, más bien repugnante, pero nos lo vendieron bien envuelto, o estaba excesivamente condimentado como para que nos dieramos cuenta de su amargor, de que estaba rancio, de que siempre estuvo podrido y desde entonces, sólo su recuerdo nos produce ardor de estómago.

pero existen, y menos mal, esos otros alimentos, los mejores amigos, que son como los alka seztzer, que siempre estan cerca, burbujeantes, reconfortantes, permitiéndonos seguir queriendo más.

2 comentarios:

Alice Saphengthong dijo...

me gusta mucho esta entrada! Gracias Irene por esa sutil comparación!

Irene Domingo dijo...

gracias ponpon! siempre me alegra que me leas y que te guste!