25 septiembre 2011

Lo que no se ve.

Es lo que me llega.

Esa mirada que me niegas,
esas palabras que nunca escribirás,
o los rumores que nunca supiste, o no te dejaron pronunciar.
Eso es lo que se queda.

Tus confesiones en sueños,
tus deseos del diván,
lo que se le escapa a la metáfora.
Es lo único que entiendo.

Cuando hablas y no cuentas,
dónde sólo termina la gramática,
cómo te escabulles sin abandonar.
Es allí dónde te encuentro.

Y es sólo tu nada lo que me queda.

Yo, que sólo con todo me conformo.

2 comentarios:

Alice Saphengthong dijo...

Otra vez: me gusta, me gusta, me gusta! ¿Cómo lo haces para encontrar las palabras justas?

Irene Domingo dijo...

Gracias Pompon! Me encanta que me leas y te guste!