30 enero 2009

no puedo y quiza ni quiero

tengo una cosa en la punta de la lengua
tengo una cosa y no la puedo decir
pudiera parecer que lo intento y no lo logro
cuando en realidad no es así

en la punta de mi lengua
allí donde a punto está de no ser
tengo un grano pululento
y si lo suelto a alguien le va a doler

que quiero decir mil cosas
unaunaunauna y todas a la vez
que quiero decir mil verdades
pero ya veo que no lo puedo hacer

19 enero 2009

llevaba un sol por cabeza
y los rayos le impedían 
reconocerse en los espejos (tampoco la imagen que le hubieran devuelto sería franca).
un día al amanecer
deseó dejar de competir con la aurora:
se arrancó los cabellos de cuajo
y mostró los cráteres de su rostro.
la frialdad de su nueva persona
le aisló del universo
y éste olvidó así, como sonaban las canciones de cuna.


16 enero 2009

los auditorios como perros de plastico que lucen ciertos automoviles en movimiento son especialmente antipaticos

15 enero 2009

aviso a navegantes

la tinta va escaseando.

el caso es que vengo un tiempo pensando en prodigarme menos por estos lares.

escribo de lo que me interesa a nivel académico en otros contextos o no escribo porque no investigo lo suficiente ( y para decir cuatro cosas y mal en un blog, mejor me callo: conozco mis límites).

escribo de lo otro que me interesa en este blog. eso otro soy yo y mis circunstancias, a lo orteguiano. pero me estoy dando cuenta de que el objetivo primero con el que comencé este blog está difuminándose. yo quería, en primer lugar, aclararme un poco las ideas y, en segundo pero de la mano de aquello, oir y compartir mis palabras con otras voces. voy viendo que incluso a mí se me hace difícil plasmarme en lo que escribo. no escribir, no, no es tanto eso como ser sincera completamente sabiendome leida por cualquiera (y más cuando esos cualquieras tienen nombres concretos).

por tanto he decidido volver al diario habitual. al de puño y letra. aquel en que emisor y receptor coinciden y sólo existe la censura que uno mismo no es capaz de eliminar(se). espero que con él vuelva a encontrar-me, me re-encuentre, me re-descubra y me re-invente o, al menos y dejando ya de una vez tanta palabrería literaria que poco tiene de verdad, espero retomar las conversaciones que me ayudaban a entenderme y, así, entender el mundo con más facilidad.

no obstante, y por ello mismo, aunque menos frecuentemente, volveré por aquí si algo se ofrece que vaya a ser de ayuda o que realmente necesite compartir. espero que entonces sea algo destilado, concentrado y sincero. me despido pues hasta la próxima,
eneri

09 enero 2009

mi amigo

ya me voy cansando
y voy a empezar a cambiar:
escribiré hablando de otros
de la cosas, las piedras o del tiempo;
diré cosas como que un amigo me dijo...
y pretenderé que nada me ocurre,
me esconderé en mi ignorancia
y me disfrazaré de gris oscuro

ya me estoy cansando
de darme a conocer
de abrir mi cuerpo en dos
y que el médico no sepa qué hacer. 
"es sólo putrefacción" le digo
y él responde con un silencio,
ya me estoy cansando, pienso,
voy a escribir de un amigo

un amigo me dijo
que le dolía por dentro
que se sentía como un puzle
y escribía para comprenderlo.
yo le dije: eso no ayuda
y él me dijo que era cierto
pero al menos, añadió, le aliviaba el pensamiento,
escribía durmiendo y despierto
se contaba la vida poco a poco
e inventaba los huecos en negro,
sin embargo, tras unos meses, 
se le acabo el cuento
pero mi único consejo fue
que escribiera de un amigo
así el problema sería ajeno

la vida es ficción y viceversa

de tantas veces repetido ya carece de sentido. lo dices y suena a estribillo de canción de verano, a refrán de vieja, a mera frase hecha; sin embargo, es cierto:
 
literatura y vida son uno (2 en 1, como algunos champús);

no sólo porque la literatura se alimenta y crece de lo que nos rodea
sino también porque muchas veces la vida es tan lejana e intangible como la mejor literatura.

no voy a ocultar que sufro de cierto quijotismo, que para mí el Cid y Aragorn suenan igual de reales, que Shakespeare es igual de ficticio que Hamlet y que los griegos Platón y Aristóteles me suenan a patraña inventada por algún juglar medieval;

del mismo modo, muchas veces creo vivir la vida como si la leyera; me recuento lo que vivo y es como verme mientras actúo, como si me separara del resto y de mi misma por un cristal transparente desde el que los pudiera observar como sentada en butaca, pero una con la añadida diversión de la interactuación. 

No llego a comprender qué es exactamente lo que diferencia mis lecturas de la realidad que vivo, imagino y trato de comprender. Más aún, no comprendo qué importancia puede haber en marcar esa diferencia. Sólo en simbiosis pueden funcionar ambas. Y no tiene que ser únicamente literatura, la ficción al completo y la historia, más allá de lo político-social, nos hacen a cada uno; y nosotros mismos hacemos la segunda mientras re-hacemos la primera, porque el consumo de arte es siempre una nueva construcción personal del mundo y en ella la imaginación juega su gran papel. De modo que volvemos otra vez al principio: dos en uno, no hay salida ni marcha atrás. Solución: ¡disfrutar!

06 enero 2009

instrucciones para un día redondo

ponga en un cuenco profundo unas gotas de rayos de sol de ésas que se han colado por entre la persiana; eche en la papelera de reciclaje las legañas y los bostezos; añada una llamada telefónica (o un email, dependiendo de lo que tenga más a mano) de un amigo al que echa mucho de menos; mientras espera a que la sartén se caliente, ponga una pizca de su canción favorita y remueva. 
busque entre los libros del estante aquel que le dejó marcado durante años, recorte una página al azar y, tras leerla, añádala a la mezcla. 
algunos cocineros aconsejan añadir pétalos de margarita. la flor puede variar a gusto del consumidor. 
antes de que se le olvide, espolvoree la mezcla que sigue removiendo con kilos de chocolate en polvo, unas risas y granos de imaginación.
déjelo reposar unos minutos u horas, dependiendo de lo que precise su siesta.
al despertar, añada la cara bonita que le vino a la memoria durante el sueño y mézclelo todo con las manos.
puede ya meterlo al horno, sin embargo, si prefiere el plato más perfecto, añada una cucharada de amor propio, dos de no-hacer-nada, media de un paseosinrumbofijo, una pizquita de luces de navidad y un poco de aroma de mar.

recuerde que también el tiempo del horneado depende de la duración de su película preferida.
a la hora de servir, no lo haga: cómaselo todo enterito usando el método neandertal; mastique con la boca abierta y, eso siempre, límpiese con la manga.

03 enero 2009

otro hoy...

hoy me siento que no me siento. estoy alegre y enfadada y triste y contenta y nostálgica y excitada y sólo sé que no quiero escribir pero escribo y ya no me entiendo pero sigo intentándolo y sé que me repito y me muestro y me aburro y me odio y me amo y cuando esto se acabe todo seguirá igual y haga lo que haga todo seguirá igual y esta mezcla de sensaciones no es nueva pero la vivo como tal y ya no sé lo que sentir porque el cúmulo me agobia, me envuelve, marea y distorsiona y sigo tratando de poner un punto al tiempo pero él se acelera cuando menos lo necesito y parece no escuchar y cuando menos lo espero se detiene y me agobia con su morosidad pero sigo cabalgando en él y pese a la cámara lenta no entiendo otras caras porque están en otra dimensión y cuando escribo esto queriendo llegar a ellas me encuentro que nos separa un cristal, transparente pero de circo y así seguirá durante todo el trayecto y así seguiré yo también aburrida y divertida y feliz y decepcionada y enfadada y pletórica y arriba y abajo y abajo y arriba porque no hay manera de parar y no quiero parar.