12 junio 2010

esos momentos

por para los hermanos que son como amigos y viceversa

esas pequeñísimas cosas,
mínimas, diminutas, escasas,
que se interponen en el camino,
nos soprenden y reclaman;

para bien o para mal
esas son la vida, pues siendo iceberg
o simple mota blanca, nos balancean sin miramiento,
nos despiertan y, así, señalan,
que
vivimos en esos instantes,
día a día,
y sólo en el momento en que nos damos cuenta
de que a través de los otros, de una sonrisa, un abarzo y en calma, es como existimos,
somos,

en la múltiple nada.

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