como esas tardes vagas y tranquilamente aburridas de domingo,
aprecio cuando el tiempo se desliza entre canciones un lunes de evasión;
cuando entre actividades se filtra una canción,
y con una amiga, dos horas después del instante, el sol sigue allí afuera, llamándome;
mientras resisto, disfrutando la condena de dejarme entre teclas y palabras,
y me ensueño con otro mundo, en mi futuro;
con días luminosos, con más momentos dejados a perder,
con más culpable felicidad, o acompañada.
http://www.youtube.com/watch?v=pjqre-8igAQ&feature=related
30 enero 2012
27 enero 2012
CMG
Querida Carmen,
te mando sólo un par de líneas por el espacio sideral, en la esperanza de que esta magia de la modernidad pueda llegar también a través de tiempos, quizá incluso de mundos; aunque no sé si de veras creo mucho en ellos.
Sólo quería agradecerte la segunda anagnórisis de mi vida: la de hoy. La primera ya ocurrió hace años y para llegar a ella, aunque me ayudó compartirla con una amiga entonces, no necesité de ayuda; esa es otra historia en todo caso.
Leyéndote hoy, sin embargo, a tí y a uno de esos exégetas que a veces sirven para algo, he descubierto el por qué de mi pasión por mis dos obsesiones vitales: el amor y la literatura (el arte en general, es verdad).
Por eso he creído que debía escribirte, para devolverte de algún modo el favor, para pagarte con la misma moneda. Llegó, a mí, al menos, me alcanzó. Es cierto: en contadas, preciosas ocasiones, se da la verdadera comunicación.
Un abrazo,
Irene
te mando sólo un par de líneas por el espacio sideral, en la esperanza de que esta magia de la modernidad pueda llegar también a través de tiempos, quizá incluso de mundos; aunque no sé si de veras creo mucho en ellos.
Sólo quería agradecerte la segunda anagnórisis de mi vida: la de hoy. La primera ya ocurrió hace años y para llegar a ella, aunque me ayudó compartirla con una amiga entonces, no necesité de ayuda; esa es otra historia en todo caso.
Leyéndote hoy, sin embargo, a tí y a uno de esos exégetas que a veces sirven para algo, he descubierto el por qué de mi pasión por mis dos obsesiones vitales: el amor y la literatura (el arte en general, es verdad).
Por eso he creído que debía escribirte, para devolverte de algún modo el favor, para pagarte con la misma moneda. Llegó, a mí, al menos, me alcanzó. Es cierto: en contadas, preciosas ocasiones, se da la verdadera comunicación.
Un abrazo,
Irene
23 enero 2012
De una manera discreta, indetermiada-o quizá simplemente inexplicable-ya un día escribí mi destino. Yo, claro, entonces no fui consciente de ello. Como tampoco lo sería en cada uno de los momentos en que, años después, seguiría marcando mi futuro con pistas esparcidas aquí y allá. Pistas que, hoy, cuando las descubro, me sorprenden de mi perspicacia infantil. Aunque claro, haber sabido de este poder mío aquel entonces habría transformado la magia cotidiana en esoterismo y altivez. En cualquier caso, hoy, me tranquiliza. Ya no necesito correr. Infiero lo que viene. Lo dejo llegar y, tranquila, espero mi sentencia, su embestida, esa muerte.
20 enero 2012
reina
el espacio que habitabas,
es todo mío.
durante una horas,
como siempre quise,
sólo instantes
suficientes para oirme,
reina de mi mundo.
elijo, ahora yo, la dueña
del todo lo que me rodea,
el sonido,
los sabores,
el aire,
mi movimiento,
me voy haciendo.
y siento que envejezco
con tranquilidad,
porque me voy aceptando,
o asumo a ese futuro yo
que nunca creí llegar a ser, y que, en realidad
no soy ni seré,
siempre presente.
y aunque sigo sin saber,
y sólo sé que nunca sabré qué
es exactamente eso que busco,
eso que me llena,
que me dice desde fuera:
"exactamente, llegaste,
pues quedate dónde eres"
me siento más cerca.
quizá dejé de buscarlo
o lo encontré y ya ni me pregunto
si he perdido el interés,
cierta curiosidad,
mi panacea,
o la introspección,
y simplemente reino en mí.
es todo mío.
durante una horas,
como siempre quise,
sólo instantes
suficientes para oirme,
reina de mi mundo.
elijo, ahora yo, la dueña
del todo lo que me rodea,
el sonido,
los sabores,
el aire,
mi movimiento,
me voy haciendo.
y siento que envejezco
con tranquilidad,
porque me voy aceptando,
o asumo a ese futuro yo
que nunca creí llegar a ser, y que, en realidad
no soy ni seré,
siempre presente.
y aunque sigo sin saber,
y sólo sé que nunca sabré qué
es exactamente eso que busco,
eso que me llena,
que me dice desde fuera:
"exactamente, llegaste,
pues quedate dónde eres"
me siento más cerca.
quizá dejé de buscarlo
o lo encontré y ya ni me pregunto
si he perdido el interés,
cierta curiosidad,
mi panacea,
o la introspección,
y simplemente reino en mí.
16 enero 2012
La primavera
Creo que ha llegado la primavera,
estoy segura,
la oigo crepitar.
Alguien me llamó ayer,
se había equivocado,
no era quien yo quería que me hablara.
Pero la nieve ilumina el camino
y dos días atrás me dieron un consejo,
un buen consejo.
Así que cuando tomo las decidiones,
están ya tomadas. Y son tres.
Una vez me dijeron que era un número májico.
Me borré del futuro,
me centré en mi núcleo,
me puse a escribir,
y me dí alas.
Son tres.
No se necesita más que poco.
No se necesita más que saber qué.
Sólo así basta.
Y creo que ya huelo la primavera.
Todos son nuevos comienzos.
Los pájaros, congelados, cantan en susurros.
http://www.youtube.com/watch?v=Gd6P5H9ZUVk
estoy segura,
la oigo crepitar.
Alguien me llamó ayer,
se había equivocado,
no era quien yo quería que me hablara.
Pero la nieve ilumina el camino
y dos días atrás me dieron un consejo,
un buen consejo.
Así que cuando tomo las decidiones,
están ya tomadas. Y son tres.
Una vez me dijeron que era un número májico.
Me borré del futuro,
me centré en mi núcleo,
me puse a escribir,
y me dí alas.
Son tres.
No se necesita más que poco.
No se necesita más que saber qué.
Sólo así basta.
Y creo que ya huelo la primavera.
Todos son nuevos comienzos.
Los pájaros, congelados, cantan en susurros.
http://www.youtube.com/watch?v=Gd6P5H9ZUVk
11 enero 2012
la crítica destructiva
Leí el otro día en un artículo de estos que abundan por internet que las personas más negativas tienen la tendencia y la ventajosa capacidad de ver con más claridad la cara oculta de la realidad, oculta, debería indicar, a todos aquellos suficientemente optimistas como para obviarla. En fin, como se podrá imaginar, el artículo en cuestión confundía, quizá no incorrectamente, "realidad" con "cara negativa" y estaba escrito, obviedades aparte, por un pesimista muy optimista, al menos, acerca de su condición.
Hasta qué punto sea cierta esa equivalencia que el autor trazaba inconscientemente entre realismo y pesimismo es algo que nunca se podrá objetivamente verificar. Lo que sí debería tratarse de evitar es la asociación de un cierto tipo de escepticismo con respecto a la realidad con el pesimismo y ambos, con una actitud condenable,es decir, con un tipo de comportamiento a mejorar. Todos somos críticos con tanto nos rodea. Hay quienes logran controlar y matizar las críticas mejor que otros. Hay quienes incluso logran mantener sus comentarios para la privacidad de sus mentes. En mi opinión, todo es válido en el terreno del escepticismo-pesimismo realista. Lo único condenable, en realidad, es la crítica constructiva. Esa tradicional y gratamente perdida en el olvido crítica razonada, puesta a discusión, defendida ante el criticado con argumentos, pros y contras, sin máscaras, y con gracejo está, gracias a Dios o a los tiempos, bien reemplazada por la crítica destructiva.
Quien no esté de acuerdo que, por favor, venga y me explique qué de malo hay en reconocer, por entre los puntos fuertes y ventajas- a su debido tiempo silenciados y guardados bajo la llave del olvido- de ya sean, personas, objetos, eventos u opciones, los errores, defectos, puntos débiles y desventajas con que naturalmente vinieron a este mundo. ¿Cómo no regocijarse con el grano purulento que asoma en la nariz de tu incomparablemente eficiente compañera de oficina una vez al mes en esas abominables y dolorosas fechas? ¿Cómo no alegrarse de las incapacidades matemáticas de ese amigo que en cambio tiene un sentido de la orientación exquisitamente envidiable y un mercedes no poco más deseable? ¿Cómo no aprovechar cualquier momento de debilidad de aquel profesor de turno que te puso una nota menos de la merecida para reafirmarte en la convicción de su error obviamente craso y perpetuo? ¿Cómo no desearle a tu más ruidoso vecino que no le salga una gotera sino dos sobre ese maravilloso jacuzzi que obviamente pagó beneficiándose de los fondos de una comunidad que maneja con menos gracia que inteligencia?
En fin señores, que ya digo, la crítica destructiva es lo que se lleva. Una buena muestra de la claridad con que vemos, pesimistas pero alerta, la realidad que nos rodea, siempre muchísimo más negra que nosotros, porque claro, nosotros ¿qué vamos a estar tocados por ella?!
Hasta qué punto sea cierta esa equivalencia que el autor trazaba inconscientemente entre realismo y pesimismo es algo que nunca se podrá objetivamente verificar. Lo que sí debería tratarse de evitar es la asociación de un cierto tipo de escepticismo con respecto a la realidad con el pesimismo y ambos, con una actitud condenable,es decir, con un tipo de comportamiento a mejorar. Todos somos críticos con tanto nos rodea. Hay quienes logran controlar y matizar las críticas mejor que otros. Hay quienes incluso logran mantener sus comentarios para la privacidad de sus mentes. En mi opinión, todo es válido en el terreno del escepticismo-pesimismo realista. Lo único condenable, en realidad, es la crítica constructiva. Esa tradicional y gratamente perdida en el olvido crítica razonada, puesta a discusión, defendida ante el criticado con argumentos, pros y contras, sin máscaras, y con gracejo está, gracias a Dios o a los tiempos, bien reemplazada por la crítica destructiva.
Quien no esté de acuerdo que, por favor, venga y me explique qué de malo hay en reconocer, por entre los puntos fuertes y ventajas- a su debido tiempo silenciados y guardados bajo la llave del olvido- de ya sean, personas, objetos, eventos u opciones, los errores, defectos, puntos débiles y desventajas con que naturalmente vinieron a este mundo. ¿Cómo no regocijarse con el grano purulento que asoma en la nariz de tu incomparablemente eficiente compañera de oficina una vez al mes en esas abominables y dolorosas fechas? ¿Cómo no alegrarse de las incapacidades matemáticas de ese amigo que en cambio tiene un sentido de la orientación exquisitamente envidiable y un mercedes no poco más deseable? ¿Cómo no aprovechar cualquier momento de debilidad de aquel profesor de turno que te puso una nota menos de la merecida para reafirmarte en la convicción de su error obviamente craso y perpetuo? ¿Cómo no desearle a tu más ruidoso vecino que no le salga una gotera sino dos sobre ese maravilloso jacuzzi que obviamente pagó beneficiándose de los fondos de una comunidad que maneja con menos gracia que inteligencia?
En fin señores, que ya digo, la crítica destructiva es lo que se lleva. Una buena muestra de la claridad con que vemos, pesimistas pero alerta, la realidad que nos rodea, siempre muchísimo más negra que nosotros, porque claro, nosotros ¿qué vamos a estar tocados por ella?!
02 enero 2012
como un poema
me gusta estar contigo
porque eres como un poema.
y alguien diría, ¡pero qué cursilada!
alguien que no me conoce
y no sabe
ni de donde vengo
ni a dónde voy
casi como yo,
casi.
en realidad, me gusta estar
con un poema,
digo, contigo,
porque me pones
los pies en la tierra,
me abres
los ojos
y me dejas
otra vez en la raíz
de lo que fui.
así, volviendo a ser brote
inocente, flexible y resistente
recupero toda la inocencia más alerta
y me dejo ser
yo, fácilmente, como siempre fui
dentro de la corteza.
y sólo he necesitado un segundo,
sólo un verso,
para que la savia me despertara,
para verte tal como eres,
para reconocerme casi sin pensarme
y olvidar tanta locura
que giraba prosaica,
mortecina,
acechándonos cuando no estabas aquí,
bueno,
cuando yo aún no había llegado a tí.
porque eres como un poema.
y alguien diría, ¡pero qué cursilada!
alguien que no me conoce
y no sabe
ni de donde vengo
ni a dónde voy
casi como yo,
casi.
en realidad, me gusta estar
con un poema,
digo, contigo,
porque me pones
los pies en la tierra,
me abres
los ojos
y me dejas
otra vez en la raíz
de lo que fui.
así, volviendo a ser brote
inocente, flexible y resistente
recupero toda la inocencia más alerta
y me dejo ser
yo, fácilmente, como siempre fui
dentro de la corteza.
y sólo he necesitado un segundo,
sólo un verso,
para que la savia me despertara,
para verte tal como eres,
para reconocerme casi sin pensarme
y olvidar tanta locura
que giraba prosaica,
mortecina,
acechándonos cuando no estabas aquí,
bueno,
cuando yo aún no había llegado a tí.
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