Diferentes métodos de protección. El miedo, que a todos nos puede. Nos conforma, nos deforma, nos hace humanos. Y animales.
La valentía en cambio, no sé, ¿dónde se encuentra? Si se reproduce, se multiplica y distribuye, pocos la dan. Es escasa; difícil de reconocer, ya casi es invisible.
Pero existen aún quienes la practican. Se desnudan, salen a la calle, se dan a los demás, sin miedo, tal cual son, buscan a los otros, los miran a la cara, les ofrecen sus ojos, sus manos, sus entrañas. Y solos, van en silencio, van con calma.
Yo me pregunto hasta qué punto me atrevo y cuántas máscaras no dejo en casa o qué ejercicios ya he incorporado, ejercicios de excusas, copiados, del odio, del temor, de la mentira, la frialdad o la ceguera, para alejarme de aquello que puede herirme; aquello que, no obstante, me daña ya antes de existir, desde mi imaginación, gracias al miedo, el fantasma del miedo.
Aunque hoy no ponga número a mis capas, señal a mis tácticas, ya sé cuál es la solución, ya sé cómo salir adelante, mezclarme, desenvolverme, darme, abrirme los ojos, extirparme las venas.
Ya sé la respuesta.
La valentía en cambio, no sé, ¿dónde se encuentra? Si se reproduce, se multiplica y distribuye, pocos la dan. Es escasa; difícil de reconocer, ya casi es invisible.
Pero existen aún quienes la practican. Se desnudan, salen a la calle, se dan a los demás, sin miedo, tal cual son, buscan a los otros, los miran a la cara, les ofrecen sus ojos, sus manos, sus entrañas. Y solos, van en silencio, van con calma.
Yo me pregunto hasta qué punto me atrevo y cuántas máscaras no dejo en casa o qué ejercicios ya he incorporado, ejercicios de excusas, copiados, del odio, del temor, de la mentira, la frialdad o la ceguera, para alejarme de aquello que puede herirme; aquello que, no obstante, me daña ya antes de existir, desde mi imaginación, gracias al miedo, el fantasma del miedo.
Aunque hoy no ponga número a mis capas, señal a mis tácticas, ya sé cuál es la solución, ya sé cómo salir adelante, mezclarme, desenvolverme, darme, abrirme los ojos, extirparme las venas.
Ya sé la respuesta.
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