29 junio 2012

Sin protección

Diferentes métodos de protección. El miedo, que a todos nos puede. Nos conforma, nos deforma, nos hace humanos. Y animales.

La valentía en cambio, no sé, ¿dónde se encuentra? Si se reproduce, se multiplica y distribuye, pocos la dan. Es escasa; difícil de reconocer, ya casi es invisible.
Pero existen aún quienes la practican. Se desnudan, salen a la calle, se dan a los demás, sin miedo, tal cual son, buscan a los otros, los miran a la cara, les ofrecen sus ojos, sus manos, sus entrañas. Y solos, van en silencio, van con calma.

Yo me pregunto hasta qué punto me atrevo y cuántas máscaras no dejo en casa o qué ejercicios ya he incorporado, ejercicios de excusas, copiados, del odio, del temor, de la mentira, la frialdad o la ceguera, para alejarme de aquello que puede herirme; aquello que, no obstante, me daña ya antes de existir, desde mi imaginación, gracias al miedo, el fantasma del miedo.

Aunque hoy no ponga número a mis capas, señal a mis tácticas, ya sé cuál es la solución, ya sé cómo salir adelante, mezclarme, desenvolverme, darme, abrirme los ojos, extirparme las venas.

Ya sé la respuesta.

No hay comentarios: