03 octubre 2010

tienen capas

hay personas que son como las quiches, o como las fallas: están compuestas de capas.
otras, no.
pero, ¡oh! qué fascinante es el mundo de la cocina y la geografía.
probamos un bocado, vemos una montaña y aquello que experimentamos nos parece extraño y simple a la vez; sin embargo, si dejamos madurar ese sabor en nuestro paladar, si observamos el montículo con más detenimiento descubrimos la maravilla de lo irresoluble.
ese todo múltiple pero ordenado se nos ofrece así, de manera simple, pues no sabe hacerlo de otro modo: esa es su naturaleza.
su honestidad nos apabulla, nos intriga. la combinación parece simple pero intuimos toda la historia que la conforma. tomamos otro pedazo, observamos más atentamente y notamos algunas imperfecciones, las notas más suculentas e interesantes.
quizá de haber sido cocineros o terremoto habríamos variado alguno de los pasos, pero de seguro que el resultado no sería ni remotamente tan interesante.
uno, o voy a decir yo, de algún modo extraño e intenso, amo a mis amigos.

2 comentarios:

Jose A. Licon O dijo...

Claro que sí, con dos...

LOS AMIGOS
Jorge Guillén

Amigos. Nadie más. El resto es selva.
¡Humanos, libres, lentamente ociosos!
Un amor que no jura ni promete
Reunirá a unos hombres en el aire,
Con el aire salvándose. Palabras
Quieren, sólo palabras y una orilla:
Esos recodos verdes frente al verde
Sereno, claro, general del río.
¡Cómo resbalarán sobre las horas
la vacación, el alma, los tesoros!

o

AMISTAD A LO LARGO
Jaime Gil de Biedma

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.

Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

Irene Domingo dijo...

oh, gil de biedma!
gracias josé, me encanta. simultaneidad ciberespacial.
que no sé por qué no vienes a nuestras reuniones mensuales.