desde el ataúd de mi bañera el mundo se ha detenido
ya no fluye el tiempo
y vuelvo a ser quien quise
(y quizá algún día fui)
mansa
casi aérea,
ni siquiera me pesa el presente
el pelo, la piel
es lo único que existe,
lo único que soy
una cara
y un agua azulclara
dibujan una silueta
que no tiene sentido,
ni siquiera importancia
no me reconozco
liviana, soy feliz
soy
es sólo un punto en un instante
que ya se fue
incapaz del menor daño
pasando,
transitorio
y quedando,
con todos,
en el barril de la eternidad que olvida
ahí se la ve, en paz
todo lo que será
será por siempre
aunque sólo un instante los justificara.
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