cuando es fácil, qué sencillo que es todo; siemplemente está bien. y uno lo sabe, lo nota, como dice mi amiga, dándose golpecitos sobre el pecho izquierdo: "aquí" y no, señalando un hueso que sobresale por encima de su ojo derecho: "aquí". se siente, y punto.
todo lo demás, sobra.
y la verdad, cuando se está así, uno descubre que, ¿por qué iba a ser de otro modo?, eso es todo lo que se desea; no hay mayor aspiración, nunca mayor necesidad: simplemente, estar bien.
todo lo demás, sobra.
no es cuestión de mayores o menores complicaciones sino, más bien, de lograr materializar lo más complejo en una simple vida en convivencia. las palabras grandes y vanas están de más, los juegos, las tristezas, todo, de más. uno está bien. ¿para qué decir más? está. y punto.
todo lo demás, sobra.
lo intrínseco de la maquinaria que logra esa conjunción de astros que conformaron a uno y a otro de tal manera que el discurrir de sus interacciones resultara tan natural y armoniosa ya ni se puede descifrar, ni recuperar, ni entender, ni importa. ambos están ahí, sin pensar, lo sienten, bien.
todos los demás, sobran.
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