30 enero 2011

el hombre en la sombra

el ocio es muy saludable en ocasiones. en muchas ocasiones. enseña a vivir.

un logopeda que no tenía título ayudó al que sería futuro rey de inglaterra a ganar confianza en sí mismo, a quererse un poco más y, así, a lograr deshacerse, aunque fuera un tanto, de sus problemas de tartamudez. así básicamente resumiría yo "the king speech", nominadísima película para los oscars de este año.
cada uno tiene dentro de sí, como el logopeda aquel, ¡tanto que dar!
sin querer, se debe ofrecer a los demás un pedacito de su saber, avalado o no.
y es que en ese dar y ese recibir cotidiano, de los amigos y los queridos, se nos va la vida. así entrenamos para nada. vivimos entrenando.
pero no importa porque es ese calor recibido y dado lo que nos mantiene, lo que nos hace crecer y felizmente.

algo de tiempo libre deberían tomarse los políticos de algunos países. ir al cine y ver alguna película. el problema es que parece que a ellos no los a ayudado nada ningún amigo, así de estultos siguen. creyendo que la educación es un adorno, actuando como si lo importante fueran sólo las apariencias, llevando naciones enteras a la ruina económica y, lo que es peor, intelectual.

¿qué importa que la foto salga bien? ¿qué importa que se les vote el cien por cien? mejor sería que desde la sombra comenzaran una cadena de acciones humanas, que trataran a sus ciudadanos como amigos: que les enseñaran lo poco, o mucho que de verdad saben, es decir, que les guiaran por el camino del mejor pensar.
no necesitaríamos sus nombres, sólo eso, a alguien que aunque sólo fuera un poco, desde su corazón, compartieran sus armas, porque creyeran en la perfectibilidad de la raza humana, que lo hicieran porque sí, que lo hicieran entusiastas, pero que lo hicieran, aunque fuera desde la sombra.







No hay comentarios: