volvía de hacer la compra en el schnucks. llevaba mi cámara a cuestas porque st. louis está precioso, de colores verdes, rojos y amarillos, como la bandera jamaicana pero con más espectros, con unos matices inimaginables, y porque antesdeayer fue Halloween y las casas de mi barrio están espectacularmente decoradas con calabazas, telarañas y esqueletos.
en mitad de una calle me he visto rodeada de hojas otoñales. era un panorama mágico. me resistía a sacar la cámara por miedo a que algún vecino o transeúnte me tomara por loca. "¿quién hace fotos a las hojas y más a las que ya no están ni vivas sino amontonadas en el suelo de una calle cualquiera, en una ciudad de mitad de los EEUU, un día cualquiera?" decía en mi cabeza el supuesto "otro" que me juzgaba.
pero me ha podido la posibilidad artística. he sacado la cámara. me he acuclillado y, viendo a una mujer al otro lado de la calle acercándose, sin reparar en ella, he sacado la instantánea.
de repente, mientras me erguía he visto que la misma mujer sacaba ¡otra cámara de su bolso! y hacía, a su vez, una foto de los mismo árboles y hojas.
como los americanos son tan amables y simpáticos, ella misma me ha dicho: "he salido a dar una vuelta y he pensado...¡cojo mi cámara!"
probablemente ella tampoco hubiera sacado la cámara en mi presencia de no ser porque yo había sacado la mía. es decir, seguramente ella también se imaginaba juzgada como rara por salir cámara en ristre a hacer fotos de árboles. sólo hace falta que una persona de el paso de ejecutar algo tan simple en público para que la noción de rareza estreche sus márgenes, para que la de normalidad se ensanche. pero, ¿quien decide donde está la frontera? ¿quien decide dónde respetarla?
esta es una de muchas leyes innombradas pero omnipresentes. de esas que, no he madurado mucho la idea pero la siento pulular pro mi cabeza así que un día la redondearé, nos hacen vivir en la inseguridad. de esas que un día cualquiera se instauraron y un día futuro, quién sabe si mañana, se romperán. de esas que constantemente tratamos de romper o reinstaurar. pero que nadie nos enseña a manejar.
lo que me pregunto es si siempre fue así o sólo es un signo de los tiempos. ¿se puede saber?
1 comentario:
si,hay qente que vive en la inseguridad(igual porque nos condicionan a vivir asi,como tu dices)pero si bien es verdad que otra muchisima gente no lo hace.si yo voy por la calle y me apetece hacerle una foto a un arbol,a una estatua o edificio,porque me voy a dejar condicionar por el que diran o pensaran un puñado de personas que ni conozco y que puede que no me vuelva a ver,no?si es lo que me apetece...debemos dejar de preocuparnos tanto por el resto del mudo y mas por nosotros mismos.
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